LA VERDAD, 16-12-2006Las asociaciones pro municipio de la Región congregan a casi 500 personas en El Palmar en una fiesta donde se pidió a los políticos que escuchen «el clamor vecinal».
DANIEL VIDAL/MURCIA
Despacito, pero con buena letra. Así marcha el movimiento segregacionista que empezaron unas pocas pedanías de la Región hace más de una década y que ya aglutina a quince asociaciones de diferentes núcleos urbanos dependientes de las tres ciudades de la Comunidad -Murcia, Cartagena y Lorca- que desean un ayuntamiento propio o formar entidades locales menores con poder de decisión. El todos para uno que decidieron entonar muchos colectivos vecinales que buscaban el mismo objetivo, pero por separado, desembocó en la creación de la Coordinadora de los Pueblos de la Región de Murcia por la Descentralización, que desde hace años aúna los esfuerzos de los diferentes colectivos que buscan la transformación de las pedanías que lo deseen en municipios con un gobierno local propio que lleve las riendas del nuevo pueblo.
Muchos de los simpatizantes de este movimiento independentista -aunque huyen de esa calificación- se reunieron ayer en El Palmar en una jornada reivindicativa pero con sabor a fiesta en la que casi todos los líderes de las asociaciones segregacionistas de la Región leyeron un manifiesto ante casi 500 personas. Un manifiesto en el que se puso de relieve la obligación de los diferentes ayuntamientos murcianos de atender las exigencias de las pedanías en este sentido, un derecho recogido en la Ley de Régimen Local, que establece el procedimiento estipulado para lograr la meta de la segregación. El presidente de la Asociación pro Ayuntamiento de El Palmar y promotor de la jornada lúdica, Diego Parra, avisó de que el colectivo acudirá a la vía penal en el caso de que los respectivos consistorios nieguen un derecho histórico: el de formar nuevos pueblos en la Comunidad. No obstante, Parra matizó que «no queremos llegar a esos extremos porque tenemos confianza en que los dirigentes municipales y regionales cumplirán la ley y escucharán el clamor de los vecinos de estas pedanías. Un clamor puramente democrático».
El presidente de la Asociación de Cabo de Palos, Manuel Ramírez, encargado de leer la proclama segregacionista, aseguró que «no es justo que haya ayuntamientos que paguen menos impuestos que nosotros y que tengan mejores servicios públicos», además de destacar que «no queremos ser ciudadanos de segunda mientras el futuro de nuestros pueblos sigue siendo tan prometedor, o más, como hasta ahora».
Cambio de actitud
Martínez, que arrancó más de un aplauso entre el público, dejó claro que «se ha notado un cambio de actitud en los políticos de la Región», a quienes recordó que «deben escuchar nuestras reivindicaciones en un momento tan importante como este, cuando se va a debatir la estructura y funcionamiento de la Comunidad Autónoma en lo que será el nuevo Estatuto de Autonomía de la Región de Murcia. A título personal, el presidente vecinal de Cabo de Palos anunció una concentración en La Manga para el mes de marzo, mientras que Diego Parra aseguró que la petición formal para que El Palmar se segregue de Murcia estará en La Glorieta antes de la primavera del año que viene.
Los informes de viabilidad que irán entregando las pedanías con afán de segregación recogerán las necesidades generales del núcleo urbano, los servicios que precisa y las infraestructuras que hacen falta para mejorar la calidad de vida de los vecinos. Este último trámite por parte de los interesados en la independencia necesita que el ayuntamiento en cuestión aporte los datos económicos de la pedanía que solicita el proceso de secesión. Una obligación que se ha cumplido a regañadientes por parte de la administración municipal. Además, y para más inri, las cifras sobre actuaciones urbanísticas son «totalmente erróneas, por lo que nos lo tienen que volver a enviar». Lo dicho: despacito y buena letra.
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